En estado gorileishon

Author: Gerardo P. Taber / Labels:




Gorileishon (del inglés harmonhallesco Gorila): Definición que alude a tener la sensibilidad de un chango con pluma, o en este caso teclado de computadora, en el momento de tratar asuntos “delicados” pudiendo llegar a herir las sensibilidades de los que no comparten los puntos de vista del primate. Una característica del gorileishon es expresar, a base de gritos y chillidos e inclusive arrojando sus deyecciones, sus puntos de vista ya que la mayoría de las veces es la única manera en que los interlocutores hacen caso.


Ejemplar de gorileishon

Arqueología, desenterrando la verdad, su humilde y olvidado blog, está de regreso con nueva imagen con “aire decimonónico” y con una esperanza de que en un futuro se presenten más entradas. Lo sé, ya he prometido en varias ocasiones poner más contenido en este blog que irónicamente ya parece una ruina arqueológica.

Una cosa curiosa ha pasado en los últimos meses, a pesar de que yo estaba convencido que “Arqueología, desenterrando la verdad” era un blog al que nadie accedía por mi inconstancia de bloguear; resulta que lo han visitado muchas personas a las cuales no les ha parecido del todo el contenido que se encuentra en este espacio de la blogosfera. De hecho, he tenido ya algunos problemillas que han llegado al “intercambio de opiniones con palabras altisonantes” debido a la naturaleza acida/sarcástica/irreverente de algunas de mis entradas. Esto me ha llevado a reflexionar un poco en los últimos días acerca de este fenómeno del mundo contemporáneo y lo paradójico que es llevar un blog “personal” en Internet. Me explico.

Desde que me entere de esta monería de “las bitácoras web” se me hizo algo bastante interesante ya que me pareció un buen recurso para compartir pensamientos y anécdotas con mis amigos y en un principio fue así. En aquella remota fecha de abril de 2005 empecé a escribir y “postear” cosas como reflexiones personales o algunos hechos que me parecían chuscos, los cuales sabía que entenderían los interlocutores a los que yo me estaba dirigiendo. Hasta aquí, la cosa estaba bastante “mona”; casi podría decirse que estaba con una sonrisa parecida a la del King Kong de 1933.



El Gigantopithecus de la versión de Merian C. Cooper & Ernest B. Schoedsack

Después de estos "post" con chistes locales y referencias a la cultura, tanto “académica” como “pop” me enfrente al espectro con el que todo “bloguero” se encuentra tarde o temprano. La pregunta que define la estancia en blogosfera… ¿Y ahora que jijos de la jijurria escribo? Muchos optan por el camino fácil; y esto da como resultado que muchos blogs solo se dedican a copiar información que “está de moda” de sitios web o de otros blogs, generalmente de espectáculos o de noticias. Esto para mí, no tiene ningún valor, ya que evidencia que el autor del blog, lo único que pretende es aparecer en los buscadores y que sea considerado como muy “cool” por estar enterado de todo lo que acontece en la WWW.

Por otra parte, están los blogs que presentan contenido original, el cual pude variar en calidad o extensión, pero que son realmente ejemplares, ya que sus autores siguen el ideal de que este recurso es una bitácora web. Por lo tanto es susceptible a ser subjetiva y precisamente ahí radica la belleza de los blogs. Uno de los mejores ejemplos, en mi opinión, de este último tipo de blogs son: Sacred Scrolls de Rodrigo Álvarez, El Blog de Alberto Calvo de Beto Calvo, The Book of Fate de Mauricio Angulo, La lista del Súper de Ren, Memoria y Violencia Política de Ernesto Moreno y El Blog de Tere de Tere Chacón entre otros.

Ahora bien, ¿Por qué digo que los blogs son bellos? Pues porque son un medio de expresión sin precedentes, permiten poner por escrito, por imagen y hasta por video las opiniones de la gente “real”. Permiten expresar opiniones que no necesariamente tienen que estar controladas por los tabús, por lo que es “políticamente correcto”. El mundo contemporáneo se ha convertido en un lugar en donde todo tiene que ser “nice” se da la espalda a los problemas sociales y se niega el derecho de réplica, se trata de suprimir a “la otredad”. Ahora no se puede hablar sobre las costumbres de personas de diferentes etnias, creencias u orientación sexual, sin llegar a herir sensibilidades y aunque la sociedad occidental contemporánea proclama ser “sumamente abierta” no acepta críticas o reclamos. Sin embargo, paradójicamente apoya la expresión y el dialogo; cosa que creo debe aprovecharse por parte de la gente, y en este caso, por los blogueros que tengan algo que decir.

Bloguero expresándose en estado gorileishon

En este sentido, creo que este blog puede estar en la segunda categoría, ya que he tratado que todas las entradas tengan contenido original, que si bien nunca tienen el objetivo de ser “el gran ensayo literario” por lo menos siempre trato de poner un comentario personal sobre el tema (claro que por el montón de trabajo que luego tengo no llego a “postear” como quisiera). Ahora bien, algunas personas consideran algunos de mis “post” como controversiales o hirientes, porque luego despotrico contra muchos dogmas “institucionales” o “sociales” y si bien siempre cuido de no poner nombres (se dice el pecado no el pecador) o de dejar las cosas medio cripticas o hasta de usar eufemismos irónicos invariablemente siempre hay alguien a quien no le parece la naturaleza acida/sarcástica/irreverente de mis entradas.

¿Qué he decidido hacer al respecto? la respuesta es NADA. Este blog seguirá siendo políticamente incorrecto, contendrá palabras altisonantes o puntos de vista “izquierdosos light” o bien de “derecha de pequeño burgués” los cuales son enteramente responsabilidad MIA, así es, he decidido que de ahora en adelante este blog empezara a reflejar más mi personalidad, no significa que deje a un lado el lenguaje pseudo intelectualoide que luego manejo, pero creo que hace falta “taberarizarlo” un poco más para expresar realmente las experiencias y quehaceres de “un egiptólogo atrapado en Mesoamérica”.

El autor de este blog en estado gorileishon

Y a quien no le guste pos Cui-cui-ri, hay millones, literalmente millones de cosas que se pueden leer en la red como para que me vengan con sus dramas. Con respecto a las “palabrotas” creo que la grosería no está implícita en la palabra, sino en el contexto en donde se usa, por lo demás cualquier expresión oral o escrita es un eufemismo para un estado de ánimo particular.

Por último creo que pude servir como un ser un buen colofón a este “post” las siguientes frases:

“Así como un medicamento amargo cura la enfermedad, las palabras sinceras, que hieren los oídos, benefician el comportamiento.” Antiguo proverbio chino.

"Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero daría mi vida por defender tu derecho a decirlo". François Marie Arouet “Voltaire”.